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Alcohol mas cocaina

La cocaína y el alcohol son una «combinación mortal» – BBC News

Vinood Patel no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.

Cuando una persona menor de 40 años ingresa en el servicio de urgencias de un hospital quejándose de dolor en el pecho, es probable que el médico le pregunte si ha tomado cocaína. El consumo de cocaína es un factor de riesgo de infarto, pero ese riesgo se amplía cuando se combina con el alcohol.

Los londinenses consumen el doble que en cualquier otra ciudad europea: unos 23 kg de esta droga de clase A al día. Esto supone más de medio millón de dosis de cocaína, con un valor estimado en la calle de 2,75 millones de libras.

Lo que hace que estos datos sean más sorprendentes es que, mientras que el coste de un gramo de cocaína se ha mantenido históricamente igual, la pureza ha aumentado drásticamente, pasando del 20% en 2009 al 50% en 2016, con algunos informes sobre la venta de cocaína superfuerte (100%).

La cocaína tiene muchos efectos en el cuerpo, pero tiene varios órganos objetivo: el cerebro, el corazón y el hígado. La cocaína afecta al cerebro aumentando la cantidad de una sustancia química llamada dopamina en el cerebro, que hace que la persona se sienta eufórica, tenga más energía y se sienta más segura. La cocaína estimula el centro de recompensa del cerebro en cuestión de segundos o minutos. Pero los efectos son de corta duración, entre 5 y 30 minutos, lo que depende en parte de cómo se tome. Inyectarse o fumar cocaína produce un efecto más breve (de cinco a diez minutos) que esnifarla (de 15 a 30 minutos).

COCAÍNA Y TRABAJO EN EQUIPO EN LA OBRA

ResumenEl trastorno por consumo de alcohol (TCA) es uno de los principales problemas de salud pública. Además, es frecuente el coabuso de alcohol con cocaína. Existe una enorme necesidad insatisfecha para el tratamiento del TCA y/o el coabuso de cocaína. Recientemente demostramos que los injertos de piel generados a partir de células madre epidérmicas de ratón que habían sido modificadas mediante la edición del genoma mediada por CRISPR podían ser trasplantados a ratones como plataforma de entrega de genes. Aquí mostramos que la expresión del gen del péptido similar al glucagón-1 (GLP1) administrado por células madre epidérmicas atenuaba el desarrollo y la reinstauración del consumo y la búsqueda de drogas inducidos por el alcohol, así como el consumo voluntario de alcohol por vía oral. El GLP1 derivado de los injertos de piel redujo el aumento de los niveles de dopamina en el núcleo accumbens inducido por el alcohol. Para explorar el potencial de esta plataforma en la reducción del consumo simultáneo de drogas, desarrollamos un novedoso procedimiento de co-injerto de células modificadas de butirilcolinesterasa humana (hBChE) y de células que expresan GLP1. Las células madre epidérmicas derivadas de la hBChE y la GLP1 redujeron la adquisición de drogas y la toxicidad inducida por la coadministración de alcohol y cocaína. Estos resultados implican que la administración cutánea de genes a través de trasplantes de piel puede añadir una nueva opción para tratar el abuso y el coabuso de drogas.

Abuso de drogas y alcohol en la universidad -(¡Una historia increíble!)

El cocaetileno (etilbenzoilecgonina) es el éster etílico de la benzoilecgonina. Es estructuralmente similar a la cocaína, que es el éster metílico de la benzoilecgonina. El cocaetileno se forma en el hígado cuando la cocaína y el etanol coexisten en la sangre[1]. En 1885 se sintetizó por primera vez el cocaetileno (según la edición 13 del Índice Merck)[2] y en 1979 se descubrieron los efectos secundarios del cocaetileno[3].

El cocaetileno es el subproducto del consumo simultáneo de alcohol y cocaína metabolizado por el hígado. Normalmente, el metabolismo de la cocaína produce dos metabolitos principalmente inactivos desde el punto de vista biológico: la benzoilecgonina y el éster metílico de la ecgonina. La enzima hepática carboxilesterasa es una parte importante del metabolismo de la cocaína porque actúa como catalizador para la hidrólisis de la cocaína en el hígado, que produce estos metabolitos inactivos. Si el etanol está presente durante el metabolismo de la cocaína, una parte de la cocaína se somete a la transesterificación con el etanol, en lugar de someterse a la hidrólisis con agua, lo que da lugar a la producción de cocaetileno[1].

Mi primer viaje con ácido fue mezclado con cocaína y alcohol

Puede hacerte sentir eufórico, pero también puede hacerte sentir ansioso, nervioso, paranoico y, a medida que pasa el tiempo, triste o deprimido cuando la droga abandona tu organismo. Algunas personas beben alcohol cuando consumen cocaína para frenar estos sentimientos bajos y prolongar el efecto eufórico durante más tiempo.

Por otro lado, el alcohol es un depresor. Aunque puede hacer que te sientas relajado o feliz y que disminuyas tus inhibiciones, también puede hacer que te sientas somnoliento, triste o con poca energía. Algunas personas toman cocaína junto con el alcohol para aumentar sus niveles de energía y su estado de ánimo mientras beben.

Por sí solas, la cocaína o el alcohol pueden causar daños en el organismo y, con el tiempo, allanar el camino para una serie de problemas de salud subsiguientes. Ambos aumentan el comportamiento impulsivo, disminuyen la capacidad de tomar decisiones y reducen la función cognitiva general. Cuando se combinan, estos riesgos para la salud aumentan y se presentan otros nuevos.

Mucha gente combina estas sustancias porque prolonga los efectos de bienestar de ambas drogas. La cocaína ayuda a mantener la energía, y el alcohol puede ayudar a evitar el «bajón» de la cocaína y los sentimientos de ansiedad y depresión que suelen acompañarla.