Tratamiento del pseudotumor cerebri
La silla turca vacía es una condición relativamente común, siendo a menudo un hallazgo incidental en la resonancia magnética o la tomografía computarizada. Puede desarrollarse a causa de la herniación intraselar del líquido cefalorraquídeo (LCR) y de la membrana aracnoidea a través de un diafragma sellae ausente o rudimentario en concomitancia con un aumento súbito e incluso transitorio de la presión intracraneal, dando lugar a una imagen en la que la hipófisis se aplana a lo largo del suelo de la silla turca.
Una mujer joven con cefalea, náuseas, mareos, diplopía y alteraciones visuales presentaba una silla turca vacía en la RMN y un aumento de la presión del LCR en la punción lumbar. Tras una mejora inicial, hubo un empeoramiento progresivo de la cefalea, especialmente en posición ortostática, con alivio transitorio tras el reposo en cama y la hidratación. En la RMN ya no se evidenciaba la silla vacía, las amígdalas cerebelosas estaban desplazadas en el foramen occipital y había una impregnación de las meninges tras el medio de contraste, un cuadro de hipotensión del LCR, probablemente debido a que la punción lumbar realizada previamente provocó una fístula con fuga de LCR y la consiguiente desaparición de la silla vacía. La paciente mejoró gradualmente tras ser sometida a un parche sanguíneo epidural.
Radiopedia de la silla turca vacía
El síndrome de la silla turca vacía es una condición en la que la glándula pituitaria no es visible o aparece encogida dentro de la estructura ósea conocida como silla turca, cuando se examina el cerebro con imágenes de resonancia magnética (MRI) o tomografía computarizada (CT).
Puede deberse a que la silla turca es inusualmente grande y «oculta» la hipófisis. O puede deberse a la presión del líquido cefalorraquídeo en el cerebro, que puede comprimir o aplanar la hipófisis. Estos casos se clasifican como síndrome de la silla turca vacía primaria. No se conoce la causa del síndrome de la silla turca primaria.
La afección también puede deberse a una glándula pituitaria subdesarrollada o encogida como resultado de una lesión, un tratamiento para la pituitaria, tumores o el encogimiento natural de un tumor pituitario (no como resultado de un tratamiento). Estos casos, en los que se puede identificar la causa subyacente, se clasifican como síndrome de la silla turca vacía secundaria.
Un pequeño porcentaje de personas con síndrome de la silla turca vacía experimenta síntomas debido a la reducción de la función de la hipófisis o a la presión del líquido en el cerebro (una de las causas del síndrome de la silla turca vacía secundaria). En estos casos, los síntomas pueden incluir:
Sella turca jelentése
El NINDS apoya y lleva a cabo estudios fundamentales que exploran los complejos mecanismos del desarrollo normal del cerebro y para comprender mejor las afecciones neurológicas como el SEE. Los conocimientos obtenidos a partir de estos estudios fundamentales ayudan a los investigadores a comprender el desarrollo neurológico y proporcionan oportunidades para tratar con mayor eficacia, y quizás incluso prevenir, dichos trastornos.
A menos que el síndrome dé lugar a otros problemas médicos, el tratamiento de la disfunción endocrina asociada al mal funcionamiento de la hipófisis es sintomático y de apoyo. Los individuos con SEE primario que tienen niveles elevados de prolactina pueden recibir bromocriptina. En algunos casos, especialmente cuando se observa un drenaje de líquido cefalorraquídeo, puede ser necesaria la cirugía.
Sella parcial vacía
La silla turca vacía suele ser un hallazgo incidental en las imágenes sin síntomas asociados. Si hay síntomas, los pacientes con el síndrome de la silla vacía pueden tener cefaleas como síntomas de una presión elevada del líquido cefalorraquídeo; síntomas de hipopituitarismo; o síntomas visuales, que a veces pueden deberse a un prolapso hacia abajo del quiasma óptico en la silla vacía.
El tratamiento no suele ser necesario, ya que la silla turca vacía suele ser un hallazgo incidental. Si hay hipopituitarismo asociado, se administra un reemplazo hormonal según lo indicado. La neurocirugía puede ser necesaria si hay un prolapso del quiasma asociado que necesite una corrección neuroquirúrgica; si se identifica un pequeño mciroadenoma dentro de la silla turca vacía (en cuyo caso el hallazgo puede reflejar un evento de apoplejía que no se diagnosticó y se reabsorbió con el tiempo, dejando tras de sí una silla turca vacía y un microadenoma); o si se diagnostica un pseudotumor cerebral y se necesita una derivación ventriculoperitoneal.